A fecha de hoy, parece que las cárceles aún no son conscientes del riesgo que supone para los presxs la amenaza de contagio del COVID-19, un contagio que para muchos con problemas de salud puede suponer una muerte segura.
Cuando después de muchas protestas, todas las que han efectuado los presxs reprimidas y castigadas, “por fin” los carceleros toman las medidas de seguridad que se llevan semanas reclamando. (medidas que llegan tarde ya que Wad Ras esta totalmente confinada, y módulos enteros de otras cárceles también)
Ahora llegan los técnicos de los talleres del CIRE, que trabajan para varias grandes empresas explotadoras que con la explotación penitenciaria intentar burlar la prohibición productiva de empresas de servicios prescindibles, que además tiene abierto los talleres sin las medidas de seguridad obligatorias y que encima visitan varios módulos continuamente, sin ningún tipo de protección; ni mascarillas ni guantes. Poniendo totalmente en riesgo los módulos que por ahora no han tenido un solo contagio y transmitiendo el virus por toda la prisión, comenzando por los propios talleres de cada módulo.
¿Se puede ser más incompetente , tratándose de la vida de miles de personas?